¿Por qué callamos ante la injusticia
y no la denunciamos y tratamos de erradicarla? Y mirad que nuestra sociedad
está extensa y dolorosamente plagada de injusticias. Injusticias que no son ni
mayores ni menores. El hacer escalafón de los malos actos nos conducirá a
excluir de la condición de “malos hechos” a los “pecados” menores y tenderemos
a realizarlos habitualmente. Y nuestro escalafón de “danos menores” se ampliará
sin control. No hay grado de perversidad en la injusticia. Simplemente es
injusticia. Pura y dura.
Ante la injusticia no puedo callar.
Ni deberíamos poder callar. Injusticias tales como la última que he encontrado
hoy, precisamente. El diputado del Partido Popular Guillermo Collarte realiza
la siguiente declaración: “Cobro unos 5.100€ al mes y las paso bastante
canutas”. Aún estas declaraciones, debo agradecerle personal y públicamente al
señor Collarte que después reconociese el grave error de estas palabras ya que
hay muchos ciudadanos que sobreviven con 400 o 500 euros mensuales.
Desde La letra pequeña puede quedarse tranquilo el señor Collarte de que
su perdón queda más que aceptado y bienvenido. Aún así, cabe decir que estas
palabras suponen una injusticia para cualquier ciudadano y, ante todo, ser
humano. Todos sabemos cual es el panorama y la situación actuales que estamos
viviendo. No lo voy a describir. Considero que sabiendo esto ya podemos
comprender el porqué de que diga que tales declaraciones suponen una grave y
dolorosa injusticia.
http://www.20minutos.es/noticia/1571663/0/guillermo-collarte/diputado/concejal-ourense/
Y más todavía cuando la siguiente
noticia que uno lee es que a una mujer anciana que se está recuperando de un
ictus en un centro sociosanitario, la Generalitat de Cataluña le retira una pensión no
contributiva de 104€ mensuales debido a una reclamación de unos pagos correspondientes
a los meses de junio y julio por parte de la propia Generalitat. A través de la
pensión de su marido, de 589€, han
podido realizar dichos pagos pero en el presente momento tan sólo cuentan con
150€ para acabar el mes.
Y cuando uno ve la gran contraposición
que se da entre dos noticias como estas, y lo elevado que la injusticia ruge,
no puede permanecer callado. Porque el que calla muchas veces otorga, y otorgar
ante tales hechos, ante tan grande injusticia, es dejarse abrazar por la
situación actual y dar la razón a aquellos que más equivocados están.
Que la injusticia hablé o no, no lo
podremos detener nosotros. Pero pensemos que cuanto más perseguida y denunciada
esté, menos asomará las orejas.