jueves, 19 de diciembre de 2013

A oscuras

Podría ser el título de una novela de suspense. O del último thriller que se estrena en los cines. Pero no, es la situación de España a partir del próximo mes de enero de 2014. El Gobierno, el mismo gobierno que hace unas semanas pronosticaba con completa firmeza que no subiría la factura de la luz, rectifica (aunque esta vez no parezca de sabios) y cede en su particular "mano a mano" con las compañías eléctricas, con las que arrastra un déficit de 3.600 millones de euros. 

Soria ha vuelto a fallar en sus predicciones (eldiario.es)
Un 11%. La subasta eléctrica ha disparado el incremento de la factura eléctrica (un 10%) i el Gobierno añade su granito de arena (1%) en concepto del incremento de tarifa que le corresponde. Sin duda alguna, la mayor puñalada trapera a lo largo de este ya casi extinguido 2013. Y es que, más que las nefastas previsiones del ministro de Industria, José Manuel Soria, lo que pesa, y pesará a partir del primer día de enero, será la realidad de tener que hacer frente a un recibo desorbitado e incoherente con la situación social que atraviesa el país. 

El juego que vienen marcando desde hace varias décadas los principales políticos del estado (ministros, presidentes, etc.) con las compañías eléctricas, que los convierten en sus consejeros al finalizar sus mandatos, permite hacer una sospecha más que fundamentada sobre los intereses entre ambas partes a la hora de establecer acuerdos como el de la subida de hoy. Pedro Solbes, ex-ministro de Hacienda y Economía se quedó en Enel, filial de Endesa, por 250.000 euros al año. Ángel Acebes,que ocupó varios ministerios (Interior, Justicia y Administraciones Públicas) durante las dos legislaturas de Aznar, fue contratado por Iberdrola a cambio de 400.000 euros. Los ex-presidentes del gobierno, Felipe González y José María Aznar ostentan sus cargos de consejero y asesores en Gas Natural-Fenosa y Endesa, con unos salarios de 126.000 (sin contar dietas ni comisiones) y 200.000 euros. Y estos son unos pocos ejemplos de una lista que se alarga demasiado, dejando evidentes pruebas de las estrechas relaciones que mantienen y han mantenido el sector eléctrico y nuestros gobernantes.
¿Hasta cuándo se resistirán las subidas sorpresa? (20minutos.es)

La ciudadanía continúa y continuará pagando los gastos de estas encarecidas relaciones que conducen al poder económica. Podría hacerse una porra sobre cuáles de los rostros que hoy anidan en el Parlamento acabarán detrás de una mesa de Endesa, Iberdrola o Gas Natural, de entre otras muchas. Pero eso no libraría el yudgo del 11%. La palabra revolución procede del latín "revolutio", que significa "una vuelta". Mientras puedan continuarse pagando las tarifas impuestas no habrá necesidad de "vueltas", pero lo cierto es que ya existe esa necesidad. El año pasado, 1'4 millones de personas se quedaron sin luz y a la vista de soluciones, el Gobierno se empeña en rechazarlas y seguir con el mismo sistema. La necesidad de dar esa "vuelta" pesa demasiado para una sociedad que, a mi modo de ver, está muy mermada de capacidades para continuar resistiendo el chaparrón con la llama de una vela, en lugar de una bombilla.


jueves, 12 de diciembre de 2013

Corbatas convertidas en banderas

España y Cataluña se sitúan en el puesto número 40 del ránking de países con mayor índice de corrupción. Un listado que comprende 177 estados y los califica con una gradación de 0 a 100, quedando los países más corruptos más próximos al 0, y los menos, más próximos al centenar. Tanto a españoles como a catalanes se les otorga la misma calificación, dado que por el momento componen un único estado. Esta es la de 59. Muy levemente por encima de la mitad. Lo más sorprendente de todo es que Botsuana, en el sur del continente africano, goza de la posición 30 y de una gradación de 64 sobre 100. En efecto: nos superan. 

Nuestra corrupción es evidente a escala mundial (protestantedigital.com)
No es que esto sea un problema debido a que tanto España como Cataluña forman parte del los países desarrollados y deberían superar sin dificultad a cualquier país tercermundista. Esta idea sería despectiva hacia los botsuaneses. El problema radica en contemplar la mejor gestión que están llevando a cabo de los escasos recursos que poseen, y que supera con creces a nuestros planes financieros, rescates bancarios e infinitas reformas fiscales. Sé que no hay lugar para la comparación dada la diferencia existente entre ambos países. Esto es una mera introducción al tema del que pretende tratar este artículo: el conflicto España vs. Cataluña, y viceversa

Hoy se ha inaugurado un simposio que pretende celebrar el tricentenario de los hechos de 1714, año en el que Felipe V impuso su yugo a los catalanes con los Decretos de Nueva Planta. El simposio ha sido bautizado por el gobierno de Mas con el nombre de Espanya contra Catalunya, una mirada històrica (1714-2014). No creo conveniente ni necesario entrar en el juego de declaración-contradeclaración al que han estado jugando los partidos y formaciones políticas a lo largo de estos días. Francamente han proporcionado la misma imagen que siempre, basada en el prefijo "tú más" y en infinidad de comentarios ofensivos, cada uno de ellos más que el anterior, que se cruzan a discreción.
La polémica es el plato fuerte de estos actos (cadenaser.com)

El tema a plantear está ligado con la introducción del principio, sobre Botsuana y su nivel inferior, en comparación con España y Cataluña, de corrupción. He aquí el tema de necesidad para realizar no uno, sino cientos de simposios que traten sobre "la clase gobernante contra la ciudadanía", y temas relacionados. He aquí el auténtico problema que reclama una solución inmediata, en lugar de discursos de Navidad o celebraciones que pretenden avivar más el fuego que ya quema. España y Cataluña; Cataluña y España. Las dos gobernadas por una clase poderosa y corrupta que centra sus esfuerzos en manipular la memoria de la ciudadanía y las emociones de las personas, por tal de crear enemigos de mentira, situaciones de cartón-piedra que lo único que permiten es apartar la vista de los problemas reales, como el puesto 40 en el ránking de países corruptos. 

El simposio parece creado por y para el "govern" (lavanguardia.com)
Los unos porque se niegan a permitir que parte de la ciudadanía celebre una de las manifestaciones más básicas de la democracia, como es un referéndum; los otros porque han tomado el relevo de algo que nunca quisieron ni les perteneció y lo han convertido en suyo, exclusivamente, con un discurso alejado de la realidad social que nos rodea y afecta. Y todo ello en el marco de una corrupción tan grande. En el marco de Oriol Pujol declarando por el escándalo de la ITV; de Jaume Matas lloriqueándole a la justicia. Un marco que parece no tener fin ni límites. Por eso, no nos engañemos, no hay más simposio que el que muestra sus necesidades y sus ávidas estratagemas para focalizar una atención que no les pertenece; ni más bandera que la corbata que hondea bajo sus cuellos.

jueves, 5 de diciembre de 2013

En la hacienda del tío Cristóbal

España pierde 50.000 millones de euros cada año, en concepto de fraude fiscal. Un fraude que, por cierto, encabezan los directivos empresariales. En porcentaje estaríamos hablando de que el 71% de todo lo defraudado recae sobre las grandes fortunas y empresas nacionales. Quizá el mayor "recorte" que están padeciendo nuestras debilitadas administraciones públicas. 

La proposición del ministro es completamente irracional (elmundo.es)
A todo esto, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, responde de una manera contradictoria y poco lógica; por ejemplo ayudando a una de esas grandes fortunas, como en el caso de la Infanta Cristina, a disimular sus delitos fiscales ante la ley o incluso a darlos por buenos. Además de esto, la Agencia Tributaria está pasando por unos momentos ciertamente convulsos, con el cese de una inspectora por negarse a rebajar una multa de 450 millones de euros a la multinacional cementera Cemex, y la posterior dimisión del director de Inspección, Luis Jones, por desavenencias con la directiva. 

La gota que ha colmado el vaso, si es que se puede colmar todavía más, ha sido la proposición de prescindir de algunos de los escasos organismos autonómicos de defensa de la ciudadanía, como son el Defensor del Pueblo i la Sindicatura de Cuentas. Montoro ha asegurado que supondría un ahorro de 230 millones a lo largo de los próximos tres años, es decir, un grano de arena en comparación con el desfalco anual de 50.000 millones que están llevando a cabo grandes fortunas y empresas. Si echamos cuentas, la desaparición de estos mecanismos de defensa del pueblo supondrían un ahorro de 76,6 millones al año, a lo largo de los próximos tres años. Si a 50.000 le restamos 76,6 queda un resultado de 49.923,4 millones que continuarían perdiéndose a través del fraude fiscal
Montoro es cómplice del fraude financiero (dataprix.com)

Una operación lógica y sencilla que podría devolverle cierta cordura al ministro Montoro a la hora de hacer sus cuentas, que parecen no funcionar muy bien, y mejorar el estado del fisco español. Aunque, claro está, si el sistema sigue tratando a la Agencia Tributaria como si fuese su hacienda personal, su rancho de vacaciones en el que tan sólo hay lugar para el desmadre, no es difícil de prever que ministro y gobierno sigan atándose las manos ante los poderes económicos, guiñando el ojito a los especuladores y defraudadores y oprimiendo más las escasas resistencias que una ciudadanía tan asediada como la española todavía posee.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Hasta debajo de las piedras

En estos últimos días de convulsión para la empresa nacional de productos de panadería y bollería industrial, Panrico, no puedo dejar de hacerme la pregunta de qué es un sindicato. Lo cierto es que me cuesta relacionar el auténtico significado del concepto con las pràcticas que de él se están haciendo. La Real Academia lo define como la "asociación de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros". Un significado que, viendo el ejemplo de Panrico, difiere mucho de la realidad.

¿Qué sucederá con los despedidos de Panrico? (vozpopuli.com)
Quizás la pregunta adecuada no sea la planteada en el título. Quizás la que deberíamos hacernos es ¿cómo puede un sindicato pactar el despido de trabajadores? O en su defecto, ¿es eso un sindicato? Todavía no logro a comprender como se ha llegado a tal acuerdo entre la empresa y los sindicatos, pero sin lugar a duda esto reabre la polémica que gira entonrno a las formaciones sindicales de España. 

Por un lado tenemos a Comisiones Obreras, que ahora cambia de parecer sobre el acuerdo y tratará de convocar nuevas asambleas. Demasiado tarde. El daño producido en los trabajadores y trabajadoras ya se ha hecho, e incluso la huelga provocada por los autónomos se ha levantado con hasta 300 bajas en la red de distribución de la empresa. Por otro lado, está UGT. Al sindicato dirigido por Cándido Méndez parece no poder reprochársele nada debido a la supuesta malversación de fondos llevada a cabo por su delegación de Andalucía, estudiada ahora por la justicia. Este hecho estaría focalizando toda la atención del sindicato, aunque finalmente parece que no se detendrá a analizarlo hasta enero. Además, está la imputación y prisión de un importante exsindicalista en el caso de los ERE andaluces,y el espectro de la corrupción que se cierne sobre el propio Méndez, quien podría acabar imputado por irregularidades en el uso de fondos públicos. 

Méndez no puede probar la "inocencia" de UGT (ondacero.es)
En mitad de este panorama los trabajadores de Panrico han sufrido un pacto cruel, alejado de representar sus interesas y velar por su cuidado. De esta nueva polémica vuelve a reflotar el debate de si los sindicatos deberían financiarse con el modelo seguido hasta la fecha, es decir con fondos públicos, o si únicamente deberían limitarse a las cuotas de los afiliados, siguiendo el ejmplo de otros países de la Unión Europea. Partiendo de la base de que la situación económica ha exigido grandes recortes en administraciones públicas y funcionarios, veo motivos más que suficientes para el cese del desvío de fondos públicos a los sindicatos. La cultura sindical en la España actual es insana y derrochadora como un partido político o una empresa más. Por lo tanto es otro agujero negro que no deja de tragar dinero. 

El maletín que UGT compró para falsificar después (libertaddigital.com)
Los sindicatos deberían estar financiados por todos aquellos que desean formar parte de ellos, en cambio con el modelo que se sigue no sólo se nutren de sus afiliaciones, sino que también acaban reteniendo parte de los impuestos de toda la ciudadanía, incluyendo a los no afiliados. Es un sistema injusto y muy impositivo que reduce la libertad de la población sobre si participar o no en la financiación sindical. Además, cuando surgen casos como los recientes de Panrico, los ERE en Andalucía o los famosos maletines de Salvador Bachiller y sus imitaciones, se produce un efecto similar al del anuncio de la contabilidad en negro del Partido Popular y la corrupción de algunos de los miembros de su cúpula: el robo de fondos públicos provenientes de las arcas del estado a las que, supuestamente, van a parar todos nuestros impuestos. Un robo que parece encontrarse, hoy día, hasta debajo de las piedras.

viernes, 22 de noviembre de 2013

"¡Venga! A dispersarse"

El frío comienza a colarse a través de los casi inexistentes espacios que se forman entre las ventanas y las puertas de casa. Miro a través de la cristalera del balcón una vez más, justo antes de sentarme a comer. El mismo paisaje. Juan Miguel Soriano Gijón, mi padre, se sienta un día más a mi lado para compartir los alimentos que nunca faltan. El televisor está encendido pero no le hacemos caso y, como de costumbre, comenzamos a hablar. Recuerda cómo en un día cualquiera de su adolescencia, mientras hablaba con otros chicos en la calle, llegaron unos agentes de la policía franquista y les obligaron a deshacer el pequeño grupo que habían formado. "Llegaron los grises y nos dijeron: '¡Venga! A dispersarse' ". Las heridas de una dictadura pesan en sus ojos mientras narra su recuerdo. "Además nos añadieron: 'Reunión de pastores, ovejas muertas' "
La nueva ley sería una soga para la manifestación (telecinco.es)

El borrador de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana que está perfilando el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, bajo la dirección y tutela de su gobierno, representa un claro retroceso a aquella época. Se acota la libertad de manifestación a través de sanciones económicas marcadas por cantidades claramente desorbitadas (hasta 600.000 euros). También se castigan como graves los escraches, la quema de banderas o los insultos contra la Policía y los agentes encargados de mantener el orden público. Y, por supuesto, disturbios como la quema de mobiliario público (contenedores,etc.) y el corte inautorizado de carreteras, o actividades ilegales como el ejercicio y el consumo de prostitución en carreteras y polígonos. 

Una ley que incluye en el mismo paquete de faltas graves hechos como la quema de contenedores, y uno de los principales ejercicios de libertad como es el manifestarse, no puede ser buena. Nada buena. Sin duda, la noticia del borrador que está realizando el gobierno me ha ayudado a acompañar a mi padre en sus recuerdos sobre el franquismo. En sus memorias sobre aquellos días en los que un "gris", un policía cualquiera, podía obligarte a que te dispersases. 

Quizás les volvamos a ver vestidos así (miniaturas plomo.blogspot.com)
El gobierno ha buscado una línea para protegerse frente a los numerosos movimientos sociales que están surgiendo a raíz de sus tan nefastas y austeras políticas. Un escudo con el que asegurarse el control de tanta manifestación y la disminución de tanta protesta. Dicho borrador no es más que un nuevo recorte; ésta vez no en sanidad ni en educación, sino en la libertad del pueblo. El "demos" ha sido separado de la "cracia" con un premeditado y profundo abismo. 


Por le momento el esbozo de la nueva ley se aplaza por causa de las críticas y del mal recibimiento, según dicen. El gobierno garantiza que la nueva ley aligeraría el código penal en pos de las sanciones administrativas, y pide a los medios y al pueblo que se informe antes de opinar. Haciendo balance sobre la información que he recibido y observando la mirada de mi padre, sé que una ley como la que se plantea no puede ser buena. No puede ser bueno recortar en libertades. No puede ser bueno perder derechos en cuanto a protestar y manifestarse. No puede ser bueno regresar a la época de Franco y sus "grises". Por si acaso mañana sancionasen este blog y lo cerrasen, por protestar de manera ilegal, me despido queriendo compartir los recuerdos de alguien que vivió con una legislación muy similar a esta, mi padre: "En una dictadura toda manifestación es considerada ilegal".

jueves, 14 de noviembre de 2013

Prefiero el antídoto a moverme del sitio

Hay un pequeño chiste mejicano que afirma que una víbora se acercaba a un hombre mientras éste gozaba del paisaje sentado. El hombre prefirió pedirle a su mujer el antídoto del veneno del reptil, antes que moverse de su plácida comodidad. En cierta manera, el caso de Filipinas me recuerda al de ese hombre, aunque no por la voluntad de la antigua colonia española. Es hora de lamentarse por un nuevo azote de la furia de la naturaleza, de la cual todos somos culpables y responsables, y nos hemos encargado de aportar un granito, grano o roca de arena.

¿Por qué no hay infraestructura suficiente en Filipinas? (abc.es)
Aunque pueda parecer que el gobierno filipino intenta eximir su culpabilidad ante la ONU utilizando el cambio climático como escudo, no falta parte de razón en esta idea. Kioto y Copnhague son testigos de la falta de acuerdo entre potencias (no sólo económicos sino también contaminadoras), que únicamente se dedican a crear falsas pantallas y finos velos para acallar y contentar a la opinión pública. Pero los resultados son diferentes a lo pactados en estas conferencias, tal como ejemplifica Filipinas. 


Pero no es sólo el punto del cambio climático, que sin duda alguna se ha convertido en algo irremediable ante los ojos de nuestros mandatarios. Encuentro que también tiene mucha relevancia el factor económico. Ahora, en la desgracia, es momento de enviar todo tipo de ayudas a Filipinas, aunque tristemente parece que no llegan a cubrir lo necesario. Pero ¿no era más necesaria la ayuda antes de que "Yolanda" causase los destrozos con los que hoy se carga? La corrupción filipina, tan negativa como en cualquier otro país, había menguado (y lo continúa haciendo) la economía nacional. En ese caso también se necesitaba la ayuda de las potencias, que podrían haber ejercido el poder internacional del que hacen gala para presionar a un repartimiento de los bienes y recursos. También se necesitaba, antes del tifón, que se reforzasen las infraestructuras de los edificios como ocurre en Japón y en otros países más "desarrollados". Pero no parecía el momento. El momento es ahora, después de la catástrofe. El momento es póstumo. 

La ayuda a Filipinas llega tarde (heraldo.es)
Las opciones parecen ser encerradas en este tipo de ayuda "después de la tragedia" y parece olvidarse la conciencia de que cuando realmente se necesita ayuda es antes de que ocurran estas catástrofes. La retención de bienes que se les permite a esos países a los que únicamente miramos en situaciones como esta, la completa indiferencia por lo que está sucediendo en la Tierra y los procesos a los que ésta es sometida, y y esta mala conciencia sobre la ayuda son lastres que no se pueden continuar arrastrando. Pesan demasiado. 

Unos culparán a Dios. Otros al cambio climático. Pero no pretendamos buscar más allá del lugar en el que sitúan las responsabilidades de estas masacres "naturales": la gestión que se está haciendo de los bienes y recursos; la permisión de la continuidad de la corrupción en los países más inestables e indefensos; y la respuesta a la necesidad de ayuda cuando ya todo está perdido. Deseo que nada más suceda a Filipinas. Aunque la lista de predecesores (Haití, Indonesia, Sri Lanka, etc.) no indican ninguna mejora o cambio para tratar de buscar un modus operandi más cercano a la necesidad.

viernes, 8 de noviembre de 2013

"La misión", de Roland Joffé

Llevaba días sin ver una película que suscitase en mí sentimientos tan antagónicos. Además de la banda sonora, de la cual había escuchado hablar delicias y exquisiteces pero no había llegado a imaginar su firmeza, su dulzura o su capacidad de transmitir ese aire amazónico y selvático, árido, propio de las antiguas indias mezcladas con el western tradicional de Morricone, proporciona unas perspectivas muy sugerentes sobre el perdón y otras relaciones humanas. O inhumanas. 

Cartel del film (leelibros.com)
Inhumanas en cuanto al cuadro colonialista que plantea, molesto para cualquier persona nacida en un país colono o neocolono. Quien sabe si nuestra sangre, a través de nuestros antepasados, estuvo allí, disparando los arcabuces y empuñando las espadas. Es una copa exageradamente amarga el hecho de tan siquiera poder contemplar esa opción. Roland Joffé muestra una imagen del colonialismo que puede parecer típica o excesivamente incriminatoria, pero ante todo muestra la realidad. La realidad de un colonialismo que ha ido pasando de generación en generación, como herencia histórica, y que mantenemos hasta el día de hoy, tratando de disimularlo o presentarlo con otras formas "menos ofensivas", aunque con el mismo objetivo de imponer. 

Me ha sorprendido mucho la atención que Joffé dedica a la cuestión del perdón, el gran convidado de piedra en la trama de la película. ¿Qué decir sobre el perdón? Ese extraño instrumento al que a veces recurrimos y que siempre luchamos por mantener encerrado en el último cajón de nuestro armario. El director británico no se equivoca al darle un papel tan relevante a esta cuestión en su película, puesto que el perdón conduce a un cambio, el mismo cambio que hace posible la reacción de la colonia y del resto de párrocos a través de Rodrigo de Mendoza (Robert de Niro). 

Perdón y colonialismo confrontados en una complicada batalla en la que sólo uno de los dos podrá continuar en pie. Lástima que las palabras hagan honor a su significado. Aunque "La misión" puede servir al público como generoso y abundante plato para meditación y corrección de las raíces más crudas de su pasado, las cuales intentan todavía arraigarse a todas aquellas rencillas que han ido quedando a lo largo del camino. Y sólo a través del cambio que supone perdonar y ser perdonados. 



jueves, 7 de noviembre de 2013

Diecisiete céntimos

Dudo de que la Unión Europea tuviese algún propósito o fe en las monedas de dos y un céntimos de Euro, cuando estableció el sistema monetario común en el año 2002. Francamente, no creo que pudiese imaginar que las monedas más pequeñas en circulación llegarían a tener un papel tan trascendental. Hablo de la cantidad de diecisiete céntimos de euro. Para pagar esta cantidad de manera exacta es menester utilizar, como mínimo, la moneda de dos céntimos. Luego, está la opción de recurrir a las incómodas e indeseadas monedas de un céntimo. Aquello que despectivamente llamamos "chatarra". Pero, ¿qué puede hacerse con diecisiete céntimos? Muchas cosas: abrir una cuenta bancaria, comprar caramelos y chicles, hacer fotocopias o sustentar una monarquía. 

En efecto, sustentar una monarquía. En concreto, la española. Así lo ha defendido el Partido Popular, afirmando que no es necesario recortar los presupuestos de la casa real, porque tan sólo cuestan diecisiete céntimos de Euro a cada ciudadano español. Esta postura ha tumbado las enmiendas que habían presentado otras facciones políticas (Izquierda Plural, UPyD, Amaiur y ERC) con el propósito de rebajar el dinero destinado a la Casa Real.

Es curiosa la manera en la que se nos van rebajando las libertades y los derechos. Además de decidir sobre el sistema sanitario y educativo qu tenemos y que vamos a tener, con el desacuerdo de varios sectores de la población, ahora también se pretende decidir sobre nuestros diecisiete céntimos. No tenemos libertad para utilizar como creamos conveniente nuestros diecisiete céntimos. El gobierno concentra todas las opciones en una misma, y la hace pasar por la casa real.

Esto me molesta mucho. Me irrita. ¿Qué sucedería si yo, sin necesitar nada, fuese por ahí pidiéndole diecisiete céntimos a la gente? Me mirarían con extrañeza y enfado, algunos, y apartarían su cara de mí, sin darme los diecisiete céntimos. Y yo, en el fondo de mi corazón, lo vería lógico, puesto que no necesito nada ni me hace falta más de lo que poseo. ¿Por qué, pues, Juan Carlos I y su corte pueden hacerlo? Creo que este es uno de esos misterios irresolubles, reservados para después de la muerte.

Pero concluyendo, si es que se puede sacar alguna conclusión de este clarísimo ejercicio contra la libertad individual, la actitud del gobierno y de la Casa Real no muestra más que lo pueden y quieren darnos: una sociedad basada en un capital por y para sus intereses y "necesidades", sin importar lo amplias que éstas puedan ser. Aún así, está claro que se lo pueden permitir, ya que volverían a salir victoriosos de las elecciones, como campeadores vencedores, y seguirían encontrando adeptos. Mientras tanto, aquellos que realmente necesitan sus dicisiete céntimos, observan, resignados, de qué manera se amontonan cientos de miles de millones de monedas en el palacio de la Zarzuela, y no pueden hacer nada, puesto que el gobierno ha considerado disparatado renunciar a ello.

jueves, 31 de octubre de 2013

Como las conchas en la arena

Me apasiona coleccionar conchas. Siempre que tengo la oportunidad de caminar por la arena de la playa no dejo escapar la ocasión de recolectar unos cuantos ejemplares. Es cierto que hay unas más llamativas que otras, pero todas son merecedoras de ocupar un espacio, por muy pequeño que sea, entre los estantes de los  muebles de mi casa. Cada vez que las veo, me recuerdan, en parte, al ser humano. Tan bello, tan capaz, tan seguro, pero al mismo tiempo abandonado en la orilla de un inmenso mar, que lo supera y lo rodea como quiere. 
(fotoplatforma.pl)

Junto con la crisis y la caída en picado de las economías mundiales hemos podido ver las dos naturalezas más básicas del ser humano. Por un lado, tenemos que los ricos se han enriquecido aún más. Muestra de esa naturaleza insaciable que no cesa en su empeño por aumentarse a sí mismo y retroalimentarse. Por otro lado, tenemos la naturaleza servicial. Junto con ese incremento de la riqueza de los ricos y la insoportable austeridad que están padeciendo los instrumentos de servicio social (sanidad, educación, pensiones, etc.) encontramos que también aumentan las organizaciones y alternativas para hacer frente a la crisis de manera colectiva, y no individual.

Dos naturalezas cada vez más confrontadas, que se postran en la orilla del mar observando como el agua va y viene a su antojo sin preguntar a nadie. Dos naturalezas que ya existían antes de la crisis, cuando "todo iba bien", pero cuyas formas más radicales han sido rescatadas a raíz de comprender la situación en la que estamos sumisos. El periodo de recesión económica ha servido, y sirve, de escenario para que estos dos "lados", batallen y peleen hasta que la sangre llegue al mar. Podría decirse que esta crisis ha sido y es la Tercera Guerra Mundial. Una guerra en la que no se ha combatido con armas, sino con algo mucho peor: el aumento de la pobreza y la insensibilización ante ello. 

(dw.de)
Se han quitado los platos de comida de las mesas, se han desvestido los cuerpos hasta quedar desnudos a la intemperie, se han reducido las prestaciones en salud y educación hasta crear serias dificultades para acceder a recursos universales como estos. Ha sido y está siendo una guerra muy cruda, lenta e igualmente destructiva. Principalmente a nivel psicológico. Se ha producido una intromisión en la mente de las personas para arrebtarles la poca esperanza que podían reservar. 

Como las conchas amontonadas en la arena de la playa, que almaceno en mis estantes, así ha empujado esta crisis a la sequedad total de las necesidades básicas, a millones y millones de conchas que no son más que el exoesqueleto donde antes habitaba algún ser que ya no está. Mientras, cabe saber que en las profundidades de los mares continúa habiendo otros tantos millones de conchas que observan desde su comodidad cómo los restos de sus prójimos tratan de regresar, apoyándose los unos en los otros, a las aguas y abandonar la aridez de las arenas. Un exacto retrato de nuestra realidad, sin duda.

viernes, 25 de octubre de 2013

Mi confesión

Siempre he hecho alusiones bíblicas en mis textos y he peleado, a través de algunos de mis artículos, la hipocresía de la religiosidad. Pero nunca he hablado abiertamente de mi fe. De mi creencia. Y quiero utilizar unas cuantas líneas para explicar en qué consisten ambas. 

Mi madre era una acérrima católica, de las de andar descalzas en las procesiones, y mi abuelo llevaba a mi padre a una iglesia evangélica de forma clandestina, ya que con Franco todavía no se había acuñado el concepto de libertad de credo. Pero en 1984 abandonaron los caminos que habían seguido hasta el momento y descubrieron una nueva forma de fe, más plena y firme. Así que se bautizaron en una pequeña iglesia evangélica de Tarragona. Yo nací en el seno de esa familia con fe, pero nunca se me impuso nada. Siempre tuve libertad para elegir y nunca se me forzó a continuar en aquel camino

Aún así, comprendiendo el significado de aquella creencia, se me presentaron muchas evidencias de la existencia de un Dios al que no podía ignorar. Demasiadas e innegables evidencias de que existe un Dios vivo. La lectura y el entendimiento del evangelio me llevaron, finalmente, a comprender que el camino que quiero seguir pasa por Jesucristo, y así me bauticé hace poco más de cuatro años, el 29 de junio de 2009 ¿Qué es el evangelio? Este concepto hace referencia a la buena nueva, la buena noticia, de saber que Jesucristo se sacrificó, y luego resucitó, para el perdón de las faltas y las inquidades,mostrando un amor incomparable. Mi fe radica en creer que Jesucristo es Dios hecho hombre, entregándose a sí mismo a la muerte, para el perdón de todos. 

Sin duda alguna, un acto de fe. Parto de la idea de que todo ser humano tiene fe en algo. Hay quien tiene fe en hitos deportivos, musicales o culturales, hay quien tiene fe en su misma persona, hay quien tiene fe en lo material,etc..Yo he depositado mi fe en Jesucristo, y por ella he creído que se sacrificó por mí. Ese es el camino que sigo. Tratando de acercarme más al testimonio que el ofreció en sus días en el mundo; intentando ser un reflejo de lo que el transmitió. Dejando a un lado toda religiosidad y ritualismo, inventados por los hombres, concentrándome en seguir el ejemplo de Jesucristo. Ese es el camino que sigo, por el que vivo.

Entiendo que resulta complicado hablar de fe. Es algo intangible, invisible y, prácticamente, algo misterioso que parece escapar de nuestra lógica, nuestra razón y nuestro entendimiento. Pero eso no es más que el envoltorio. Al comprender qué significaba, verdaderamente, para mí la fe que sigo no tuve que apartar a un lado mi razón, ni mi lógica, ni mis conocimientos. No sufrí ningún lavado de cerebro. Por el contrario, sentí un resplandor, como si realmente comprendiese una parte de las cosas, que quedaba oculta o borrosa para mí. Sentí paz y liberación. Lo mismo que sigo sintiendo hoy. Esta es mi fe; Jesucristo. La que trato de explicar a todo el mundo, no intentando convencer de que es la mejor, sino brindando a todos la oportunidad para que la conozcan.

jueves, 24 de octubre de 2013

De Auschwitz a Lampedusa

Los centenares de inmigrantes muertos en las costas de la isla más grande del archipiélago italiano de las Pelagias, son sin duda víctimas de una nueva manera de realizar holocaustos. Los nazis de Hitler utilizaban gases y hornos; los países coloniales del primer mundo, primero utilizan una serie de virreyes, que suelen ser dictadores, los cuales empobrecen, con permiso del primer mundo, más y más a los pueblos. Después les proveen de armas para crear situaciones de riesgo y fuertes tensiones de guerra o atentados. Un ambiente que acaba resultando insoportable para cualquier persona que desea vivir ejerciendo sus derechos y deberes con total libertad. Finalmente, estas personas se ven obligadas a buscar algo más de fortuna en el paradisiaco primer mundo, que aguarda tras las fronteras del Mediterráneo. Se suben a cualquier bote u objeto con forma de barca, y se entregan a las inestabilidades del mar, en cuyo fondo terminan por acabar muchos de ellos. 
Féretros de los náufragos (elmundo.es)

Los medios de comunicación lo pintan como un asunto por el que lamentarse unos cuantos días, mientras siga considerándose noticiable, y luego lo entierran en una especie de recuerdo demasiado susceptible al olvido. Al igual que la guerra de Siria, cuyo último capítulo fue el de la supuesta desaparición de las armas químicas. 

Las inmigraciones se han convertido en una especie de soga al cuello para todas aquellas personas que se ven necesitadas a huir de sus países de orígen para encontrar cobijo entre un rascacielos y un centro comercial. Deben esperar a que la soga se rompa antes de que acabe de ahogarlos. El problema es cuando la soga no se rompe, como en Lampedusa. ¿Acaso no es esto un holocausto? Cientos de vidas sepultadas bajo las aguas por el sustento de nuestro sistema. Se ha pasado del todo por la patria (¡Alemania über alles!, para los nazis), al todo por el sistema, esto es el capitalismo
El olvido no podrá borar esta amarga huella (cuatro.com)

La corona de estrellas de la Unión Europea, así como las estrellas de los Estados Unidos y en general los países del primer mundo, no podrán borrar las manchas de sangre que hay en sus banderas y estandartes, porque ante una problemático tan esencial como esta han perseverado en su sistema de benficios, acosta de esos países del Tercer Mundo, donde cada día explota un coche bomba y los ríos descienden entre corrientes de sangre. A estos países se les ha prestado ayuda con usura, esperando el momento en que tropezasen para abrir las compuertas de la cámara de gas y meterlos en su interior. Para abrir, después, los hornos e incinerar sus cadáveres hasta que se consumiesen las cenizas. El sistema que hoy comemos en los platos, sobre nuestras mesas, con el que nos vestimos y llenamos los depósitos de nuestros coches, es una nueva manera de llevar a los débiles a un letal y sangriento holocausto.


viernes, 18 de octubre de 2013

"La zona gris" de Tim Blake Nelson

Nunca había visto una película que tratase la cuestión de los campos de concentración nazis como ésta. Aunque puede resultar pesada en algunas partes, y su avance transcurrir demasiado lento, "La zona gris" presenta una compleja estructura de sentimientos y emociones que se cruzan entre sí, los cuales sirven de hilo conductor de la historia, en el marco de la violencia antisemita alemana. 

Cartel de la película (filmaffinity.com)
Nelson experimenta con una historia basada en el papel de los "Sonderkommandos", unas unidades de trabajo compuestas, sobre todo, por prisioneros judíos que desarrollaban sus labores en los campos de concentración del III Reich, incinerando cadáveres y conduciendo a los reos vivos a las cámaras de gas.

La contradicción que se presenta en la película, sobre el hecho de que unos judíos conduzcan a otros judíos a la muerte, es tal que las emociones llegan a impactar en el espectador de manera agresiva y brusca. Sobre todo cuando una niña, superviviente al gas, narra de qué manera trabajan esos hombres que, aun con las cenizas de sus semejantes incrustadas por todo su cuerpo, parecen acabar acostumbrándose a ello. 

Una historia que te remite a una época oscura y gris. Pero que lo hace desde el sufrimiento de los que eran vístimas y de aquellos que en muchas ocasiones son olvidados en el estudio de la historia: los obligados a presenciar a las víctimas. En juego, entran emociones como la culpa, el olvido y, sobre todo, el incesante odio. Un odio que empuja a cualquiera a enterrar a su prójimo por tal de continuar respirando unos segundos más.






jueves, 17 de octubre de 2013

¿De qué quiero hablar al mundo?

Preguntas de este tipo comienzan a encontrar cada vez menos respuestas entre estudiantes de comunicación y periodismo. En mi caso, no es diferente. Tras tres años de carrera, y afrontando el último curso antes de recibir el graduado (equivalente a la antigua licenciatura) el mercado se me antoja cada vez más autoritario, e impone sus ideas de una manera voraz. El sistema de medios de comunicación es habanico de una sola cara y, pese a la cantidad de empresas que lo forman, es uno el punto de vista que se adopta. 

Por supuesto, no hablo de pluralismo político. De eso doy fe que hay en los medios de comunicación españoles. Aunque más bien, ese pluralismo se ha convertido en una guerra entre la derecha y la izquierda mediáticas, con un toque extremadamente maniqueísta: los medios de izquierda defienden a la izquierda capa y espada, y los derechos hacen lo mismo con su posición política. La cantidad de dogmas políticos que aceptan con total sumisión los medios de comunicación, y que luego transmiten a las audiencias, es tal que el discurso informativo se convierte en un descarado y molesto síntoma de politización. 

En las noticias que se publican, aparece cada vez más el espectro de la huella econcómica y su poder, que todo parece manejarlo a su antojo. Los discursos se vuelven completamente ilógicos y demagogos, y las noticias no rebelan muchos aspectos relevantes del día a día de la sociedad. Por ejemplo, el otro día escuché la noticia de que el desfile de las Fuerzas Armadas del 12 de octubre había costado 823.000€. En el informativo del canal 24 horas, de Televisión Española, lo catalogaron como "desfile austero". O también la noticia de que el representante de CiU en el Congreso, Duran i Lleida, advertía a Rajoy sobre los riesgos de una declaración unilateral de independencia si este no actúa, con la que las cadenas de televisión abrieron ayer su informativo del mediodía. Incluso un videojuego para teléfonos móviles ha sido convertido en noticia, antes que otros hechos que afectan más a la sociedad.

Las caras de los presentadores y las presentadoras se cambian por otras más bonitas. El goteo de noticias sigue cayendo sobre los espectadores sin que estos puedan hacer mucho más que cerrar sus periódicos o apagar sus televisiones o sus radios. Una frase pronunciada por un político sigue teniendo más peso que la situación de la Guerra Civil en Siria, de la cual hace días que no conocemos noticia alguna. Un desfile, más que innecesario, de casi un millón de euros continua considerándose austero. Que cuarenta millones de personas se hayan enganchado a un juego del móvil es más importante que saber cuántas personas se han inscrito hoy en el paro. 

Ahora que puedo ver el final de la carrera, el camino emprendido hace cuatro años, no puedo dejar de preguntarme si esto es realmente lo que quiero. Si concuerda, o no, con las primeras ideas con las que comencé a caminar en el mundo del periodismo y la comunicación. Ideas de hablar y dar a conocer al mundo la verdad y nada más que la verdad. Si es lo que el mundo merece, o no. Supongo que era joven y que en los medios de comunicación profesionales no hay espacio para ese tipo de juventud. Supongo que debo decidir por que camino andar: si por el del mundo profesional enrolado al mercado y a sus voluntades, o si en el mundo de la creación libre y de la gestión de los contenidos por y para las personas. El problema que para un mundo sí hay recursos y manos que quieran escribir. Para el otro no dudo que no las haya, pero quizá no las suficientes.

jueves, 10 de octubre de 2013

¿Beatos por quién?

La primera acepción del concepto de beatificar, según la Real Academia Española, es la de declarar que un difunto, cuyas virtudes han sido previamente certificadas, puede ser honrado con culto, propiamente descrita así por el papado. El próximo domingo, 13 de octubre, está previsto celebrarse en el complejo de la Universidad Laboral  de Tarragona una multitudinaria beatificación de más de quinientas personas, consideradas como "mártires". El acto, que contará con el completo apoyo de la Iglesia Católica desde el Vaticano hasta sus organizadores, la Conferencia Episcopal Española y el Arzobispado de Tarragona, no ha tardado en levantar polémica y debate

La Iglesia Católica continua con su "Santa Cruzada" particular (abc.es)
Principalmente porque muchos de los "mártires" que esperan recibir beatificación murieron durante la Guerra Civil, conociéndose que en dicho conflicto la Iglesia, y gran parte de sus religiosos, apoyaron el bando nacionalista bajo el eufemismo de "Santa Cruzada". Aquí nace la política: no en el hecho de juzgar las muertes de esas personas, porque en las guerras tan sólo hay víctimas y verdugos, sino en el hecho de declarar "mártires" a aquellos que, casualmente, apoyaron el golpe de estado franquista y la lucha contra un gobierno legitimo y reconocido por el pueblo como era el de la II República. Además de esto, también hay otros aspectos que pueden resultar algo molestos y alimentar el rechazo expresado por algunos sectores de la sociedad, como por ejemplo la lista de invitados de Rouco Varela o que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, asista al acto.

Toda esta cuestión me resulta muy extraña, personalmente hablando. Soy cristiano. Si tomamos el significado de la palabra, podemos comprovar que hace referencia al hecho de seguir a Jesucristo, su doctrina, su testimonio, su camino. La Biblia, guía del ejemplo espiritual para el cristianismo, no habla de la existencia de más beatos que el propio Jesús, y en todo momento deja claro que a él es al único a quien se debe rendir culto. Como puede observarse, esto está muy alejado del evento que está planeando la Iglesia Católica. Un evento al que podríamos tildar de "anticristiano", puesto que está haciendo todo lo contrario y está rindiendo culto a cadáveres, al mismo tiempo que los eleva a la categoría de santos, únicamente reservada para Cristo. 

La beatificación va en contra de Jesucristo y de la memoria del pueblo(libertaddigital.com)













Y además de la contradicción religiosa y ritualista que hay en este acto, y de que Rouco Varela vuelve a comportarse una vez más como el sumo sacerdote fariseo que condenó a Jesús, Caifás, encontramos un gran peso histórico. Es una nueva muestra de que nunca se ha cerrado el capítulo del fascismo en este país y que su espectro continua planeando sobre nosotros. La Guerra Civil fue un capítulo negro de la historia estatal. Fue un acto de crímenes organizados que atentaron contra la sociedad y el pueblo. Y el hecho de que se beatifique a aquellos que en su día mostraron su apoyo al conflicto es mucho más que una falta de respeto o sensibilidad; es la ratificación de que todavía continua apoyándose lo que sucedió. 

Si de alguna cosa estoy seguro es de que Dios no estrá presente en el dogmático ritual que se llevará a cabo el próximo 13 de octubre. Sólo algunos podrán enorgullecerse de lo que pase ese día: la Iglesia Católica, y los herederos de la doctrina franquista. Nada más aparte de ellos. 

viernes, 4 de octubre de 2013

"Un paseo para recordar" de Adam Shankman

El amor es algo que está contaminado. Muchas veces lo observo, a través de películas, historias literarias, testimonios reales de personas,etc., y me doy cuenta que nos hemos encargado de pervertirlo, en cierto modo. No pretendo juzgar. Así que, por favor, que no se me mal interprete. Hablo del amor construido por Hollywood y muchos de sus tópicos, a los que suele llamar películas. Hablo del sexo, que muchas veces se confunde con amar. Hablo de todos esos tradicionalismos y convencionalismos que han ensuciado la brillantez del concepto de amor.

Cartel de la película (decine21.com)
El amor no es que dos personas que se pasan odiándose durante dos horas en una pantalla, luego se besen, en un momento determinado, y queden tan felices como las perdices. Tampoco es la clásica imagen de una pareja en la cama, o el flechazo de una persona al ver la belleza de otra. No puede ser nada de eso. Quizás, algunos de estos aspectos puedan incluirse dentro del amor, pero jamás definirlo.

En la película "Un paseo para recordar", dirigida por Adam Shankman y basada en la novela de Nicholas Sparks, encuentro algo diferente de todo ello. De hecho, es la mejor película de amor, que no es lo mismo que romántica, que he visto. Rehuye del atontamiento y la idiotez que muestran las típicas películas románticas, donde el amor es banalizado y estereotipado de una manera estúpida. En esta historia de amor, de verdadero amor, se dejan de banda todos los idealismo y se muestra por completo la acción restauradora de este concepto al que solemos asociar con el hecho de 'querer a alguien'. 

Fotograma del film (sensacine.com)
El amor, en su forma auténtica, restaura a las personas. Es como un manantial del agua más fresca jamás vista, después de haber caminado atravesando un desierto durante mucho tiempo. Alguien que ama no puede quedar igual que antes, sino que experimenta cierto grado de transformación en sí mismo. El amor es capaz de vencer ese egoísmo propio que a todos nos acompaña y que no nos permite ver más allá de la punta de nuestros zapatos. El amor te lleva a la empatía; a conseguir ver y comprender lo que siente la otra persona y calmar su llanto o alimentar su felicidad. El amor vence siempre, incluso a las puertas de la muerte del sufrimiento más exagerado o de su peor enemigo, el odio. Es como el viento y su soplido; invisible pero siempre constante y presente.Amar es entregar,sacrificar, vencer.


El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, 
el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
no se goza goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser.

1º Corintios 13: 4-8




 

jueves, 3 de octubre de 2013

No puede ser real

Definitivamente este mundo no puede ser real. O al menos el sistema que lo dirige. Tras conocer la justa, más que buena, noticia de la detención de la cúpula del partido neonazi griego 'Amanecer Dorado', acusada de blanqueo de capitales para financiar el partido y también del asesinato del activista y cantante de hip hop Pavlos Fyssas, en España todavía se está estudiando la ilegalización de la formación ultranacionalista Alianza Nacional

La ultraderecha no ha cambiado sus tácticas (alertadigital.com)
Yo me pregunto ¿qué es necesario estudiar? Los antecedentes históricos, hechos vividos en la actualidad, el conocimiento que existe soobre este tipo de ideologías y los riesgos que conllevan su permisión, etc. No creo que sea momento de pararse a estudiar qué tipos de acciones deben llevarse a cabo contra las amenazas que suponen la existencia reconocida de partidos fascistas y ultraderechistas. Más bien, se debería actuar como en el caso de 'Amanecer Dorado', con frialdad. 

Siempre, o casi siempre, se habla de las grandes dictaduras europeas como épocas negras en la historia de la humanidad y se catalogan sus hechos como crímenes contra el ser humano. Las universidades están repletas de mentes cuyas ideas sobre las dictaduras del pasado siglo son completamente contrarias a cualquier ápice de favoritismo respecto a estos movimientos. Sin embargo, el eco de que se permita en un colegio público una exposición de simbologías franquista y nazi no llega ni a la suela de los zapatos, en los medios de comunicación,  de la noticia de nuestro recién operado rey.

Tomando una referencia bíblica sobre el tema, Jesucristo advirtió que cualquier pecado sería perdonado a excepción de la blasfemia contra el Espíritu Santo. Bien, pues permitiendo que el neo-franquismo, nazismo, ultraderechismo, etc., naveguen en la misma legalidad que el resto de grupos políticos se está cometiendo una blasfemia contra la democracia, dado que se están aceptando en el sistema fuerzas completamente antagónicas a él, antidemocráticas. 
El riesgo de estos partidos supera la fortaleza de la democracia (público.es)

Es una realidad que no puede ser. No se puede permitir. En ocasiones me pregunto a mí mismo ¿qué ocurriría si alguno de estos partidos acaparase a las masas y alcanzase al poder? ¿Se volvería a repetir la hazaña hitleriana? La democracia ya está bastante castigada con aquellos partidos que dicen ser liberales y democráticos como para sumar riesgos tan graves e innecesarios como los que suponen las amenazas de las fuerzas ultraderechistas. Es algo que no requiere estudio, tan sólo algo de cordura.

viernes, 20 de septiembre de 2013

"El viento que agita la cebada" de Ken Loach

Esta es una de esas películas que cumplen con las expectativas que hallas podido crear previamente sobre ella. Una historia que da paso a una mezcla, más que interesante, de puntos de vista, emociones y sentimientos. Apta para todos los públicos y muy recomendable para los panirlandeses, "El viento que agita la cebada" nos reporta a la convulsa época de la guerra civil de Irlanda, después de que hubiese división entre los irlandeses a causa del tratado angloirlandés, el cual enfrentaba a partidarios de continuar bajo el gobierno del Reino Unido, y partidarios de la independencia de la nación. 
Fotograma de la película (filmaffinity.com)

Los irlandeses, unidos contra la ocupación británica de la isla, se bifurcan en dos posturas claramente enfrentades que acaban desembocando en el derramamiento de sangre. Este enfoque se muestra muy bien en la trama de la historia, a través de dos de los personajes principales; dos hermanos que acaban luchando el uno contra el otro por causa de sus ideales, ignorando que la sangre que corre por sus venas es la misma. 

Hay un claro lugar para el amor en esta historia. Se expresa, ante todo, en el sentimiento patriótico y el inicial amor entre los hermanos rebeldes que luchan por un mismo fin. Pero junto con el amor, aparece también el odio, visible en la toma de las armas y la sangre derramada en el suelo. 

Fotograma de la película (blogdecine.com)
Un episodio que me lleva a reflexionar sobre hasta dónde estaban aquellos hombres y mujeres de la época dispuestos a llegar por conseguir su objetivo patriótico de la independencia. Una idea que, en ocasiones, quiero y puedo relacionar con ciertas tensiones actuales. Una pregunta que se repite constantemente en mi mente. ¿Hasta dónde está dispuesta Cataluña a llegar por la independencia? ¿Hasta dónde está dispuesta España a llegar para evitarlo?

Las respuestas que pueden surgir en mí a estas cuestiones no dejan de asustarme y, vencido, trato de hacer hincapié en la idea del mutuo respeto y el amor. Del libre ejercicio de la democracia, sin ningún atisbo de violencia, y con la firme esperanza en que la voz del pueblo decidirá lo mejor. El problema es que, tal y como muestra la película, el ser humano es capaz de cualquier cosa cuando en su ideología se incrusta la idea del "enemigo" y fija su objetivo en el prójimo. 
Debe tenerse cuidado y pelera, únicamente, porque las balas nunca agujereen el poco sentimiento de hermandad que pueda quedar en nuestros corazones.






jueves, 19 de septiembre de 2013

Sin tierra a la vista

 Pese a la incombustible, tanto como desacertada, bola de cristal del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien se atrevió a afirmar que al término del presente año, 2013, finalizaría la recesión económica, la realidad es otra muy diferente de la que pueda observarse desde las paredes de cristal con las que parecen  ver el mundo el ministro y su partido. 

Se preveen 20 millones de pobres en 2025 (infocatólica.com)
Noticia triste es la que se ha recibido de parte de la oenegé Intermón Oxfam. Tal como profetiza la organización, de aquí a once años, es decir en 2025, el 42% de la población española estaría considerada entre los márgenes de la pobreza. Casi la mitad de los españoles podrían perder su nivel básico de bienestar y se verían incapacitados para cubrir sus necesidades básicas. Lo más curioso de todo, si es que se le puede llamar así, es que el sector más rico de la población llegaría a ingresar cantidades que superarían en dieciocho los ingresos del sector más pobre

Como vemos, un camino firme hacia la separación, por completo, de las clases alta y baja, y la aniquilación total de la clase media. Y todo ello produciéndose, poco a poco, paralelamente a hechos que nos están costando tanto esfuerzo como los Juegos Olímpicos, la independencia, Eurovegas, Gibraltar, etc.. Hechos con los que las autoridades disimulan esa tendencia que con tanta naturalidad está asumiendo la situación económica y que avanza, lenta pero implacablemente hacia la situación que nos narra Intermón Oxfam y que no está para nada lejos. Hechos que ni siquiera pueden catalogarse de pan para hoy y hambre para mañana. 

La diferencia de clases será un abismo propio de la era medieval (elperiódico.com)
Estamos permitiendo a la austeridad que cave nuestras propias tumbas. Incluso viendo la cercanía de predicciones que, como ésta, deberían ser causa de terror, ni siquiera nos inmutamos. Recuerdo que el otro día comentaba con un compañero: "Comenzamos a ser el recuerdo de la clase media". Por el momento podemos aferrarnos a ese recuerdo que somos de lo que fue dicha clase, pero está claro que la situación no avanza por una dirección que nos permita mantener este recortado nivel de vida durante mucho tiempo más. 
Es por eso que creo que deberíamos correr el riesgo de salir a la calle, pese a que a algunos les parezca un mero hecho político, y atrevernos a perder, si es necesario, lo poco que nos queda por defender.