jueves, 19 de diciembre de 2013

A oscuras

Podría ser el título de una novela de suspense. O del último thriller que se estrena en los cines. Pero no, es la situación de España a partir del próximo mes de enero de 2014. El Gobierno, el mismo gobierno que hace unas semanas pronosticaba con completa firmeza que no subiría la factura de la luz, rectifica (aunque esta vez no parezca de sabios) y cede en su particular "mano a mano" con las compañías eléctricas, con las que arrastra un déficit de 3.600 millones de euros. 

Soria ha vuelto a fallar en sus predicciones (eldiario.es)
Un 11%. La subasta eléctrica ha disparado el incremento de la factura eléctrica (un 10%) i el Gobierno añade su granito de arena (1%) en concepto del incremento de tarifa que le corresponde. Sin duda alguna, la mayor puñalada trapera a lo largo de este ya casi extinguido 2013. Y es que, más que las nefastas previsiones del ministro de Industria, José Manuel Soria, lo que pesa, y pesará a partir del primer día de enero, será la realidad de tener que hacer frente a un recibo desorbitado e incoherente con la situación social que atraviesa el país. 

El juego que vienen marcando desde hace varias décadas los principales políticos del estado (ministros, presidentes, etc.) con las compañías eléctricas, que los convierten en sus consejeros al finalizar sus mandatos, permite hacer una sospecha más que fundamentada sobre los intereses entre ambas partes a la hora de establecer acuerdos como el de la subida de hoy. Pedro Solbes, ex-ministro de Hacienda y Economía se quedó en Enel, filial de Endesa, por 250.000 euros al año. Ángel Acebes,que ocupó varios ministerios (Interior, Justicia y Administraciones Públicas) durante las dos legislaturas de Aznar, fue contratado por Iberdrola a cambio de 400.000 euros. Los ex-presidentes del gobierno, Felipe González y José María Aznar ostentan sus cargos de consejero y asesores en Gas Natural-Fenosa y Endesa, con unos salarios de 126.000 (sin contar dietas ni comisiones) y 200.000 euros. Y estos son unos pocos ejemplos de una lista que se alarga demasiado, dejando evidentes pruebas de las estrechas relaciones que mantienen y han mantenido el sector eléctrico y nuestros gobernantes.
¿Hasta cuándo se resistirán las subidas sorpresa? (20minutos.es)

La ciudadanía continúa y continuará pagando los gastos de estas encarecidas relaciones que conducen al poder económica. Podría hacerse una porra sobre cuáles de los rostros que hoy anidan en el Parlamento acabarán detrás de una mesa de Endesa, Iberdrola o Gas Natural, de entre otras muchas. Pero eso no libraría el yudgo del 11%. La palabra revolución procede del latín "revolutio", que significa "una vuelta". Mientras puedan continuarse pagando las tarifas impuestas no habrá necesidad de "vueltas", pero lo cierto es que ya existe esa necesidad. El año pasado, 1'4 millones de personas se quedaron sin luz y a la vista de soluciones, el Gobierno se empeña en rechazarlas y seguir con el mismo sistema. La necesidad de dar esa "vuelta" pesa demasiado para una sociedad que, a mi modo de ver, está muy mermada de capacidades para continuar resistiendo el chaparrón con la llama de una vela, en lugar de una bombilla.


jueves, 12 de diciembre de 2013

Corbatas convertidas en banderas

España y Cataluña se sitúan en el puesto número 40 del ránking de países con mayor índice de corrupción. Un listado que comprende 177 estados y los califica con una gradación de 0 a 100, quedando los países más corruptos más próximos al 0, y los menos, más próximos al centenar. Tanto a españoles como a catalanes se les otorga la misma calificación, dado que por el momento componen un único estado. Esta es la de 59. Muy levemente por encima de la mitad. Lo más sorprendente de todo es que Botsuana, en el sur del continente africano, goza de la posición 30 y de una gradación de 64 sobre 100. En efecto: nos superan. 

Nuestra corrupción es evidente a escala mundial (protestantedigital.com)
No es que esto sea un problema debido a que tanto España como Cataluña forman parte del los países desarrollados y deberían superar sin dificultad a cualquier país tercermundista. Esta idea sería despectiva hacia los botsuaneses. El problema radica en contemplar la mejor gestión que están llevando a cabo de los escasos recursos que poseen, y que supera con creces a nuestros planes financieros, rescates bancarios e infinitas reformas fiscales. Sé que no hay lugar para la comparación dada la diferencia existente entre ambos países. Esto es una mera introducción al tema del que pretende tratar este artículo: el conflicto España vs. Cataluña, y viceversa

Hoy se ha inaugurado un simposio que pretende celebrar el tricentenario de los hechos de 1714, año en el que Felipe V impuso su yugo a los catalanes con los Decretos de Nueva Planta. El simposio ha sido bautizado por el gobierno de Mas con el nombre de Espanya contra Catalunya, una mirada històrica (1714-2014). No creo conveniente ni necesario entrar en el juego de declaración-contradeclaración al que han estado jugando los partidos y formaciones políticas a lo largo de estos días. Francamente han proporcionado la misma imagen que siempre, basada en el prefijo "tú más" y en infinidad de comentarios ofensivos, cada uno de ellos más que el anterior, que se cruzan a discreción.
La polémica es el plato fuerte de estos actos (cadenaser.com)

El tema a plantear está ligado con la introducción del principio, sobre Botsuana y su nivel inferior, en comparación con España y Cataluña, de corrupción. He aquí el tema de necesidad para realizar no uno, sino cientos de simposios que traten sobre "la clase gobernante contra la ciudadanía", y temas relacionados. He aquí el auténtico problema que reclama una solución inmediata, en lugar de discursos de Navidad o celebraciones que pretenden avivar más el fuego que ya quema. España y Cataluña; Cataluña y España. Las dos gobernadas por una clase poderosa y corrupta que centra sus esfuerzos en manipular la memoria de la ciudadanía y las emociones de las personas, por tal de crear enemigos de mentira, situaciones de cartón-piedra que lo único que permiten es apartar la vista de los problemas reales, como el puesto 40 en el ránking de países corruptos. 

El simposio parece creado por y para el "govern" (lavanguardia.com)
Los unos porque se niegan a permitir que parte de la ciudadanía celebre una de las manifestaciones más básicas de la democracia, como es un referéndum; los otros porque han tomado el relevo de algo que nunca quisieron ni les perteneció y lo han convertido en suyo, exclusivamente, con un discurso alejado de la realidad social que nos rodea y afecta. Y todo ello en el marco de una corrupción tan grande. En el marco de Oriol Pujol declarando por el escándalo de la ITV; de Jaume Matas lloriqueándole a la justicia. Un marco que parece no tener fin ni límites. Por eso, no nos engañemos, no hay más simposio que el que muestra sus necesidades y sus ávidas estratagemas para focalizar una atención que no les pertenece; ni más bandera que la corbata que hondea bajo sus cuellos.

jueves, 5 de diciembre de 2013

En la hacienda del tío Cristóbal

España pierde 50.000 millones de euros cada año, en concepto de fraude fiscal. Un fraude que, por cierto, encabezan los directivos empresariales. En porcentaje estaríamos hablando de que el 71% de todo lo defraudado recae sobre las grandes fortunas y empresas nacionales. Quizá el mayor "recorte" que están padeciendo nuestras debilitadas administraciones públicas. 

La proposición del ministro es completamente irracional (elmundo.es)
A todo esto, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, responde de una manera contradictoria y poco lógica; por ejemplo ayudando a una de esas grandes fortunas, como en el caso de la Infanta Cristina, a disimular sus delitos fiscales ante la ley o incluso a darlos por buenos. Además de esto, la Agencia Tributaria está pasando por unos momentos ciertamente convulsos, con el cese de una inspectora por negarse a rebajar una multa de 450 millones de euros a la multinacional cementera Cemex, y la posterior dimisión del director de Inspección, Luis Jones, por desavenencias con la directiva. 

La gota que ha colmado el vaso, si es que se puede colmar todavía más, ha sido la proposición de prescindir de algunos de los escasos organismos autonómicos de defensa de la ciudadanía, como son el Defensor del Pueblo i la Sindicatura de Cuentas. Montoro ha asegurado que supondría un ahorro de 230 millones a lo largo de los próximos tres años, es decir, un grano de arena en comparación con el desfalco anual de 50.000 millones que están llevando a cabo grandes fortunas y empresas. Si echamos cuentas, la desaparición de estos mecanismos de defensa del pueblo supondrían un ahorro de 76,6 millones al año, a lo largo de los próximos tres años. Si a 50.000 le restamos 76,6 queda un resultado de 49.923,4 millones que continuarían perdiéndose a través del fraude fiscal
Montoro es cómplice del fraude financiero (dataprix.com)

Una operación lógica y sencilla que podría devolverle cierta cordura al ministro Montoro a la hora de hacer sus cuentas, que parecen no funcionar muy bien, y mejorar el estado del fisco español. Aunque, claro está, si el sistema sigue tratando a la Agencia Tributaria como si fuese su hacienda personal, su rancho de vacaciones en el que tan sólo hay lugar para el desmadre, no es difícil de prever que ministro y gobierno sigan atándose las manos ante los poderes económicos, guiñando el ojito a los especuladores y defraudadores y oprimiendo más las escasas resistencias que una ciudadanía tan asediada como la española todavía posee.