jueves, 17 de enero de 2013

Adiós euro por receta ¡Adiós!

Cataluña, enero del año 2013. La medida del euro por receta impulsada hace seis meses por el gobierno de Mas desaparece a causa de una sentencia de inconstitucionalidad dictaminada  por el Tribunal Constitucional. El "govern" critica la decisión del Tribunal y achaca la culpabilidad al estado español. El "president" afirma que es un ataque directo contra Cataluña por parte del gobierno central, que intenta "asfixiar" más la economia catalana. Todo el mundo espera la resolución del Constitucional respecto al euro por receta en la Comunidad de Madrid. 
De verdad que podría escribirse un guión de cine respecto a esto. Bien, analicemos la situación. Es lo más óptimo y correcto. Antes de emitir un juicio es necesario evaluar la situación en la que se encuentran los afectados. 

En primer lugar tenemos a la comunidad catalana y a su presidente, Artur Mas. En seis meses el copago por receto había supuesto una ganancia de 45,7 millones de euros para Cataluña. Comprensible el enfado de Mas. Respecto a la población, pese a existir dos partes claras( personas a favor i personas en contra) dudo que se haya hecho cualquier encuesta que midiese la cantidad de población situada en un bando o en el otro. Por lo tanto, pese a los rumores que se han oído, no diremos nada sobre la posición de la ciudadanía catalana.

Respecto el Tribunal Constitucional y Madrid, no podemos decir nada, puesto que el primero dictaminó la sentencia conforme a las leyes y pruebas que creía convenientes, y respecto al segundo todavía no se ha resuelto nada. Cabe decir, por eso, que de la misma manera que el euro por receta es inconstitucional en Cataluña debería serlo también en Madrid. Por lo tanto no logro entender todo el revuelo que se está levantando sobre la sentencia que caerá sobre la comunidad madrileña respecto a este hecho. Tengo claras expectativas de que la medida también será declarada como inconstitucional. Es la misma situación que el caso catalán.
 
Ahora bien, dos hechos romperían esta balanza. Balanza que, por cierto, es la primera que veo en años  que se decanta en favor de la ciudadanía. Estas dos claves capaces de romper este equitativo balancín serían:

a) Que el Tribunal Constitucional mantenga el euro por receta en Madrid, pese a producirse en el mismo contexto que en Cataluña. La balanza quedaría hehcha añicos y se reabriría con mucha más fuerza el debate sobre la independencia y el centralismo. Debate que únicamente serviría para tener distraída la opinión pública de la austeridad y las pésimas gestiones gubernamentales que se están hacindo y se hagan. 

b) Que, en caso de resolverse ambas medidas como inconstitucionales, ninguno de los dos gobiernos, ni el madrileño ni el catalán, devolviesen todo lo recaudado.Sería un gravísima contradicción, ya que si todo lo recaudado se ha conseguido bajo términos inconstitucionales y, por tanto, ilegales, debe ser incautado de la misma manera que la policía incauta la droga a los narcotraficantes. 



Bien, ahora la balanza depende de estas dos claves principales que estarán por resolverse en los próximos días. A modo personal, extraordinariamente al análisis, añador que tanto Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, como Artur Mas, presidente de Cataluña, deberían dimitir de sus cargos por haber infringido la ley en perjuicio de la ciudadanía, o al menos deberían ser sancionados. Por eso no puedo admitir que Artur Mas se presente ante los medios como una víctima por la resolución del Tribunal Constitucional. Las víctimas son y han sido todos aquellos que han tenido que pagar con su dinero una reforma ilegal, una mentira, una burda patraña. Y eso, precisamente, es lo que asfixia a Cataluña. La austeridad y las medidas que la impulsan hacia una población sin escudos, y casos como los de la família Pujol Ferrusola que, parece ser, ahorran demasiado.