viernes, 1 de marzo de 2013

"La vida de Pi" de Ang Lee


Antes de comenzar quisiera dejar claro que no he escogido esta película para comentarla por el hecho de que haya ganado el Oscar a la pelicula con mejores efectos especiales sino por el mensaje. Si una cosa me llevé de esta película fue el mensaje. 

Cabe decir, a parte, que técnicamente está muy lograda. No es una película muy complicada de hacer, ya que la mayor parte de la trama transcurre en un bote con dos únicos personajes, Pi y el tigre Richard Parker. Pero aún así, para mí, es merecido y justo el galardón que se ha llevado del Teatro Kodak, puesto que los efectos especiales que muestra son fascinantes y conducen al espectador a una fantasía real. Ang Lee sabe plasmar la imaginación que Yann Martel tuvo al escribir la novela.

Cartel de la Pelicula/ Protestantedigital.com
A parte de ello, "La vida de Pi" tiene un mensaje. Y es el mensaje lo que fortalece la trama del film y lo dota de poder. Un poder de admiración y concentración po parte del espectador. Muchas cuestiones son las que ha planteado esta película. Se podría decir que plantea la idea de que todas las religiones son iguales. También puede sugerir la eterna cuestión del hombre de si existe Dios o no. Incluso puede resultar, en cierta manera, un símil con la historia bíblica de Job. Vayamos por pasos.

Pi es practicante de diversas religiones en la pelicula. Pero al final de la historia deja claro que no todos los caminos conducen al mismo final. Nuestro destino ha de depender de nuestra elección. En función del camino que caminemos un final nos será deparado, pero no será el mismo final para el camino de la izquierda o el de la derecha. 

Además, la historia supone una fábula sobre la cuestión de la fe, enfocándola desde la incertidumbre. Pi se enfrente a un naufragio y observa a la muerte fijamente a los ojos en más de una ocasión. Su soledad y sufirmiento le obligan a buscar respuestas, a enfadarse, a entristecerse y a preguntar por qué. Puede entenderse como aquél momento del camino en el que, por un motivo u otro, las fuerzas flaquean y nadie es capaz de seguir adelante. Pero, tal como muestra el protagonista de la pelicula, por fe se continua caminando, aún sin pies. Pi sufre y padece, incluso llega a desear la muerte, pero siempre vive con la fe de que encontrará una orilla donde le socorran. 

Es curioso el dato de la isla de lemures que encuentra en mitad del océano. Resulta ser una isla hermosa como ninguna pero acaba apropiándose de la vida de aquellos que deciden habitarla. Pi ve la luz cuando vislumbra esta isla en el horizonte, pero más tarde descubre que es el atajo fácil del camino y que, por ende, no conduce al mismo final porque acaba desviándose de la trayectoria de la senda principal. Metáfora completamente aplicable a nuestras vidas. Muchas veces estamos deseosos de abrir una puerta y la impaciencia puede llevarnos a abrir la incorrecta. Si no somos capaces de esperar a la salida correcta podemos perdernos en un camino equívoco y no regresar jamás al nuestro. 
Fotograma de La vida de Pi/ Telva.com

Una historia comparable a la de Job. La Biblia narra que Job era un hombre muy rico y poderoso pero sobretodo íntegro a los ojos de Dios. Como todo camino debe ser tentado, Dios consintió que Satanás tentase a Job arrebatándole todo cuanto tenía y enfermándole. Pero Job se mantuvo fiel en Dios y siguió hacia adelante. Renegó de su vida, sufrió, quiso enfrentarse a Dios, pero siempre reconoció, por encima de todo, su fe y su inferioridad respecto a Él. La historia acaba con que Dios le devuelve a Job todo lo que tenía y multiplicado. 

Al igual que Pi, provenía de una familia a la que nada le faltaba. Pero en un determinado momento del camino todo le es arrebatado y pasa a vivir sin nada más que un tigre y un bote. Pi debe pasar la tribulación pero cuando la supera, el final de su camino le depara una nueva vida. 

Respecto a la simbología animal, tenemos una hiena, una zebra, una orangután y el tigre. Podríamos asociar la hiena con el humano malvado que vive, desde su nacimiento, enrolado a la oscuridad y nunca abandona ese camino. La zebra podría asemejarse al humano débil e indefenso ante el poder del mal que acaba siendo devorado por el. Respecto a la orangután, en la pelicula puede relacionársela con la madre de Pi, pero en general, podría decirse que representa ese ser humano que pelea por alcanzar la bondad y la justicia y que muere, a modo de mártir, en su intento. No por falta de fuerzas o debilidad, sino porque llega el punto que su trabajo aquí termina. Y por último, el tigre, Richard Parker, en la pelicula queda claro que es el propio Pi, que debe superar la dura prueba, la tentación, en su camino. Es un ser fuerte, valiente y con mucho coraje, pero eso resulta insignificante en comparación con los poderes superiores, los de la naturaleza y, por encima de todos, lo divino. 

"La vida de Pi" es un billete de ida hacia la experiencia de la fe. Induce a que nos detengamos en nuestro camino, nos examinemos detenidamente y veamos que estamos haciendo bien y que no. Y que, por supuesto, retengamos lo correcto.