jueves, 20 de junio de 2013

Wert, el terror de las becas

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, presenta un borrador del Real Decreto de becas para el curso 2013-2014, que asusta. Continua aumentando la exigencia en la nota mínima para acceder a la ayuda económica, que en esta ocasión se pretende fijar en un 6,5 para los universitarios, y un 6 para bachilleratos, mientras que los módulos de Formación Profesional se quedan en un 5,5. Este plan podría reducir en hasta un 50% el número de alumnos que cuentan con beca en el próximo curso. 
El ministro Wert vuelve a tocar las becas (abc.es)

Las presiones de los rectores de las universidades y de los consejeros de educación de las diferentes autonomías del estado, han propiciado que el ministro Wert acceda a revisar las exigencias que comportaría el nuevo Real Decreto.  Aún así, cabe decir que el ministro no parece muy convencido a dar demasiado su brazo a torcer. Está bastante seguro de seguir "ahorrando" en el gasto educativo y las características de su reforma, la ley LOMCE, son el ejemplo más claro. 

Esta situación reconduce el sistema de la educación a etapas anteriores de la historia española. En primer lugar encontramos un acceso a los estudios completamente desigual, es decir, la preferencia para los pudientes a nivel económico. Esto es un retroceso más que evidente a las épocas de los totalitarismos políticos. Además de que empobrece el nivel cultural e intelectual del país y reduce, por no decir que acaba eliminando, el pluralismo de la opinión pública . 

La LOMCE es una de las reformas más extremas del país (debates.net)
En segundo lugar, se tiende hacia una sociedad exageradamente elitista, evidenciando la diferencia entre las diferentes clases que la componen. Al haber menos personas con acceso a estudios también hay menos personas con capacidad para ejercer un juicio crítico contra el gobierno y sus actuaciones. En ese aspecto, los gobernantes van ganando terreno dada la ignorancia de sus ciudadanos. Un escenario completamente primitivo y propio de la edad media. 

Por eso, es necesario que los colectivos estudiantiles y todos aquellos que estamos expuestos al extremismo de estas nuevas medidas educativas, manifestemos nuestro descontento y exijamos un cambio en la actitud del ministro Wert. O quizás su dimisión. Yo, desde este pequeño blog, reclamo al ministro que de la misma manera que se ha tomado las libertades que ahora ejerce gracias al cargo que obtuvo con una mayoría absoluta fruto de la mala educación electoral de este país, también reacapacite en si debe cesar en su empeño por modificar la educación española y dimitir para dedicarse a alguna otra función que pueda desempeñar de manera más equitativa y justa.