jueves, 3 de octubre de 2013

No puede ser real

Definitivamente este mundo no puede ser real. O al menos el sistema que lo dirige. Tras conocer la justa, más que buena, noticia de la detención de la cúpula del partido neonazi griego 'Amanecer Dorado', acusada de blanqueo de capitales para financiar el partido y también del asesinato del activista y cantante de hip hop Pavlos Fyssas, en España todavía se está estudiando la ilegalización de la formación ultranacionalista Alianza Nacional

La ultraderecha no ha cambiado sus tácticas (alertadigital.com)
Yo me pregunto ¿qué es necesario estudiar? Los antecedentes históricos, hechos vividos en la actualidad, el conocimiento que existe soobre este tipo de ideologías y los riesgos que conllevan su permisión, etc. No creo que sea momento de pararse a estudiar qué tipos de acciones deben llevarse a cabo contra las amenazas que suponen la existencia reconocida de partidos fascistas y ultraderechistas. Más bien, se debería actuar como en el caso de 'Amanecer Dorado', con frialdad. 

Siempre, o casi siempre, se habla de las grandes dictaduras europeas como épocas negras en la historia de la humanidad y se catalogan sus hechos como crímenes contra el ser humano. Las universidades están repletas de mentes cuyas ideas sobre las dictaduras del pasado siglo son completamente contrarias a cualquier ápice de favoritismo respecto a estos movimientos. Sin embargo, el eco de que se permita en un colegio público una exposición de simbologías franquista y nazi no llega ni a la suela de los zapatos, en los medios de comunicación,  de la noticia de nuestro recién operado rey.

Tomando una referencia bíblica sobre el tema, Jesucristo advirtió que cualquier pecado sería perdonado a excepción de la blasfemia contra el Espíritu Santo. Bien, pues permitiendo que el neo-franquismo, nazismo, ultraderechismo, etc., naveguen en la misma legalidad que el resto de grupos políticos se está cometiendo una blasfemia contra la democracia, dado que se están aceptando en el sistema fuerzas completamente antagónicas a él, antidemocráticas. 
El riesgo de estos partidos supera la fortaleza de la democracia (público.es)

Es una realidad que no puede ser. No se puede permitir. En ocasiones me pregunto a mí mismo ¿qué ocurriría si alguno de estos partidos acaparase a las masas y alcanzase al poder? ¿Se volvería a repetir la hazaña hitleriana? La democracia ya está bastante castigada con aquellos partidos que dicen ser liberales y democráticos como para sumar riesgos tan graves e innecesarios como los que suponen las amenazas de las fuerzas ultraderechistas. Es algo que no requiere estudio, tan sólo algo de cordura.