viernes, 4 de octubre de 2013

"Un paseo para recordar" de Adam Shankman

El amor es algo que está contaminado. Muchas veces lo observo, a través de películas, historias literarias, testimonios reales de personas,etc., y me doy cuenta que nos hemos encargado de pervertirlo, en cierto modo. No pretendo juzgar. Así que, por favor, que no se me mal interprete. Hablo del amor construido por Hollywood y muchos de sus tópicos, a los que suele llamar películas. Hablo del sexo, que muchas veces se confunde con amar. Hablo de todos esos tradicionalismos y convencionalismos que han ensuciado la brillantez del concepto de amor.

Cartel de la película (decine21.com)
El amor no es que dos personas que se pasan odiándose durante dos horas en una pantalla, luego se besen, en un momento determinado, y queden tan felices como las perdices. Tampoco es la clásica imagen de una pareja en la cama, o el flechazo de una persona al ver la belleza de otra. No puede ser nada de eso. Quizás, algunos de estos aspectos puedan incluirse dentro del amor, pero jamás definirlo.

En la película "Un paseo para recordar", dirigida por Adam Shankman y basada en la novela de Nicholas Sparks, encuentro algo diferente de todo ello. De hecho, es la mejor película de amor, que no es lo mismo que romántica, que he visto. Rehuye del atontamiento y la idiotez que muestran las típicas películas románticas, donde el amor es banalizado y estereotipado de una manera estúpida. En esta historia de amor, de verdadero amor, se dejan de banda todos los idealismo y se muestra por completo la acción restauradora de este concepto al que solemos asociar con el hecho de 'querer a alguien'. 

Fotograma del film (sensacine.com)
El amor, en su forma auténtica, restaura a las personas. Es como un manantial del agua más fresca jamás vista, después de haber caminado atravesando un desierto durante mucho tiempo. Alguien que ama no puede quedar igual que antes, sino que experimenta cierto grado de transformación en sí mismo. El amor es capaz de vencer ese egoísmo propio que a todos nos acompaña y que no nos permite ver más allá de la punta de nuestros zapatos. El amor te lleva a la empatía; a conseguir ver y comprender lo que siente la otra persona y calmar su llanto o alimentar su felicidad. El amor vence siempre, incluso a las puertas de la muerte del sufrimiento más exagerado o de su peor enemigo, el odio. Es como el viento y su soplido; invisible pero siempre constante y presente.Amar es entregar,sacrificar, vencer.


El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, 
el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
no se goza goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser.

1º Corintios 13: 4-8