viernes, 31 de enero de 2014

"Más allá de la vida" de Clint Eastwood

El reconocido actor del western, convertido aquí en director, presenta un proyecto alejado de la acción , del sonido de un disparo y de su habitual mirada furtiva mientras sujeta entre los dientes el final de un cigarrillo. Con Más allá de la vida Eastwood plantea un punto de vista profundo y reflexivo sobre la eterna cuestión del ser humano: ¿qué hay tras la muerte?

Un film para reflexionar sobre la muerte (labuaca.net)
Utilizando un famoso rostro de Hollywood, como es el de Matt Damon, en el papel de un psicólogo capaz de comunicarse con los muertos, indaga en tres historias paralelas por tal de presentar pequeños esbozos de un más allá desconocido para todos. Ante todo destaca el humanismo con el que el director californiano dota la narrativa, a través de aspectos y enigmas tan esenciales en la vida como son el amor y la muerte. 

Pese a que parece no llegar a nada concreto en su final, el film termina su viaje con la conclusión de que jamás conoceremos a ciencia cierta, mientras vivamos, qué hay detrás de esa barrera por la que todos hemos de pasar hasta que la hayamos pasado. Transfiere una visión de acercamiento a una dimensión superior, o quizá inferior, a nuestro mundo, a la que han ido a parar todos los seres que ya han pasado por dicha barrera en cuestión. 

Aún contando con un presupuesto de 50 millones de dólares parece rechazar el tono comercial en el que pueden caer historias de este tipo, tan experimentales pero ligadas al factor económico al mismo tiempo. La película muestra parte de las creencias de su director, basadas en la meditación, pero enfocándolas al ambiente póstumo. Ahora bien, qué habrá de depararnos tras la muerte, nadie puede saberlo, como deja claro la película, sino que se ha de esperar hasta llegar allí. Sobretodo porque esta parte del camino habremos de pasarla todos, sin excepción alguna e independientemente de nuestras certezas y conocimientos. 




jueves, 30 de enero de 2014

VOX: La derecha antiregionalista

Si hasta la fecha el Partido Popular, símbolo de la derecha y el conservadurismo en España, nos ha dejado una actitud centralista que constantemente fija el punto de mira en Madrid y en el gobierno central, VOX presenta la radicalización de esta idea y concentra su recién nacido discurso en la absoluta eliminación del regionalismo español, es decir, la abolición de los parlamentos autonómicos.

VOX nace para eliminar la soberanía regional (hazteoir.org)
La joven formación política, cofundada por varios exmilitantes del Partido Popular, como José Antonio Ortega Lara y Santiago Abascal, además de José Luis González Quirós, antiguo miembro de UCD y editor de los discursos de Aznar, ha hecho patente la confrontación ideológica interna que se vive en el propio PP y en la derecha española, que abarca otras facciones como Foro Asturias, también resultante de la ruptura de Ávarez Cascos con el partido en funciones de gobierno. 

Así lo demuestran varios hechos que han sucedido a lo largo de esta semana, como la ruptura de Alejo Vidal-Quadras con Rajoy después de treinta años de militancia en el partido, la polémica generada por la renuncia de Jaime Mayor Oreja a presidir las listas de los populares para el Parlamento Europeo, o la negativa del expresidente del gobierno, José María Aznar, a asistir a la convención nacional del partido, entre el 31 de este mes y el 2 de febrero.

Pese a la apariencia de que la derecha española está resquebrajada y dividida, la aparición de VOX no es un hecho digno de alegría, ni debería serlo, para la democracia. En todo caso estamos presenciando el renacimiento de una nueva vieja derecha que pretende acabar con los principales órganos de soberanía autonómicos y, por ende, con la capacidad legislativas y ejecutivas de cada comunidad. Además, pese a que no creo en la relación de la política con la cultura, tirar adelante con esta ideología sería despojar a cada región de su historia fundacional y de su propia identidad.
VOX no es nada nuevo; la derecha de siempre (elplural.com)

Cristina Seguí, que forma parte del consejo fundador de VOX, defiende que "las autonomías sobran porque son un nido de corrupción". En este caso deberían revisar su manifiesto político y apuntar hacia el Gobierno central, donde seguro estoy que encontrarán muchos más nidos de corrupción que en las diferentes regiones, donde también es necesaria una limpieza. Nace un nuevo partido pero no una nueva ideología, sino que es la derecha de siempre, la de toda la vida, que intenta recuperar su presencia en el espectro político estatal de la manera más oportunista posible; aprovechando las tensiones alcanzadas por el debate de la independencia de Cataluña para hacer alarde de su falso populismo nacionalista. Un discurso que, camuflándolo de maneras diferentes, ha sido siempre el suyo.

viernes, 24 de enero de 2014

"Mandela: del mito al hombre", de Justin Chadwick

Interesante y, a la vez, atrevido el último proyecto de Chadwick. El director británico presenta un film biográfico sobre la gran figura política que ha sido Nelson Mandela, pero lo hace desde un punto de vista diferente al de Invictus, la película más reciente que pesaba en el aire hasta el momento respecto al líder sudafricano. 

Uno de los carteles de la película (filmaffinity.com)
El cineasta inglés viaja a los orígenes de ese hombre que verdaderamente abandonó una posición mitificada para acercarse a lo humano. No repara en presentarnos los diferentes "Mandela" que llegan a existir: el niño, débil, indefenso y con unos aires muy marcados por la naturaleza rural del continente; el joven y primer adulto, impulsivo, fuerte en convicciones, físico y carácter, y con una mentalidad severa y firme; y por último el adulto de segunda etapa y anciano, entrañable, risueño, apacible y, sobretodo, amoroso.

La obra de Chadwick permite al espectador echar en falta un énfasis marcado en la conversión que el personaje padece en la cárcel. Esta idea no queda del todo plasmada y no se sabe muy bien en qué momento se produce el cambio de la lucha hasta el fin al amor hasta el fin. Es un aspecto que podría haberse destacado más con el soporte de otros testimonios y personajes, como el del arzobispo anglicano Desmond Tutu. Ahora bien, digna de aplauso es la apuesta del director británico por mostrar en todo momento al hombre, más que al líder, con sus errores y virtudes, sin tapujos ni vergüenzas.
Idris Elba en el papel de Mandela (labutaca.net)

A lo largo del viaje por su historia, es posible descubrir aspectos que puedan ser causa de una sorpresa negativa sobre la figura de Mandela, especialmente en su juventud y primera etapa de adulto. Pero el hecho de conocer y acercarse más a este personaje tan magnífico, lejos de sus cuatro años de legislatura o de sus hazañas político-sociales, indagando en él y su vida, es una experiencia digna de disfrutar. 






jueves, 23 de enero de 2014

Cada vez, más lejos

La distancia entre ricos y pobres es abismal y ha alcanzado valores desorbitados. Que cada vez existan más ricos y, por consecuencia, más pobres es un hecho ineludible, pero el punto hasta el que se ha llegado podría considerarse como un pre-genocidio a escala mundial. El crecimiento entre la clase rica y la más pobre es tan desigual que exige de multitudes de personas que vivan en la miseria por tal que un sólo rico pueda continuar siéndolo. Incluso es más exagerado que las escalas que se dan en los mapas. Podemos encontrar que un centímetro de papel se corresponde con mil kilómetros reales. En cambio, con la riqueza y la pobreza sabemos que para que 85 seres humanos vivan por todo lo alto, otros 3.570 deben luchar para sobrevivir.

Según los datos, un rico equivale a 42 millones de pobres (vozpópuli.com)
En el caso de España, estos datos se ratifican. Los veinte nombres más ricos poseen una renta igual a la del 20% de la población más necesitada. Es decir, que los veinte millones donados por Amancio Ortega a Cáritas hace prácticamente un año, además de hacerlo por tal de desgravarse de algunos impuestos, se correspondrían con los céntimos que podamos encontrar en los bolsillos de nuestros pantalones. El rico más rico y el pobre más pobre. La principal huella que suele dejar toda crisis. Así lo demuestra Estados Unidos, cuyo 1% del sector más pudiente acapara el 95% del crecimiento económico desde 2008. 

Cuando después del crack del 29 comenzaron a crearse las "Hooverville" a lo largo de las ciudades estadounidenses, el mundo entero se conmovió tras ver las imágenes de mares de chabolas ocupando inmensos descampados que parecían desiertos. El éxodo de la población de las ciudades, que se había quedado sin nada por el estallido financiero de la bolsa, hacia aquellas 'casas' fabricadas con planchas de aluminio oxidadas y situadas entre vertederos y escombros, parecía el vivo retrato de la pobreza y la hecatombe que podían resultar después de una crisis. Pero esa situación llevaba viviéndose durante siglos en África, en Asia y en Europa. Y continuó a lo largo del siglo XX. Parecía el fin de los tiempos, y ahora debemos afrontar una crisis igual de dura que aquella y con datos tan aberrante como estos, que muestran que casi medio mundo se muere de hambre para que menos de cien personas vivan con mucho más de lo necesario e imprescindible. 

La tierra es un diseño lo suficientemente inteligente y preciso como para producir lo necesario para todos y cada uno de los seres humanos que la habitan. Alimentos, ropas, un techo y paredes, etc.. El problema surge cuando unos sectores de la población desean acaparar lo que le pertoca al de al lado. Y al de más allá. Y al otro que está allí. Este bucle malicioso acaba concentrando los bienes necesarios para muchos, en unos pocos que creen haber sido más ágiles al conseguirlo ellos primero. Eso es robar. Lo que se está haciendo actualmente y lo que reflejan datos como estos. Nadie necesita lo que un rico tiene para vivir. Perfectamente se puede subsistir con mucho menos y manteniendo el estado del bienestar. Ese bienestar que tanto ha desaparecido. 
La pobreza requiere una solución inmediata (protestantedigital.com)

Que la pobreza es un problema, lo sabemos. Incluso nuestros más célebres mandatarios han llegado a esta conclusión. La que parece que no han conseguido alcanzar es la de solucionarlo, es decir, atreverse a despojar a los ricos de su sobreabundancia (esto les incluye a ellos) y repartirlo entre toda la población. Pero prefieren complicarlo asistiendo a Fórums, como el que tiene lugar estos días en Davos, dialogando y dialogando mientras las respuestas y las soluciones van caducando o muriendo por la edad. 

No podemos ignorar que la pobreza es una realidad que afecta a más de la mitad de personas en el mundo y de la que nadie, ni siquiera los ricos, están exentos. Mientras se aparten las miradas de su solución, continuarán ratificándose las cosas en este orden caótico que da más a los que ya poseen mucho y quita lo poco que tienen los que apenas cuentan sus propiedades con los dedos de una mano.


viernes, 17 de enero de 2014

Castillos de arena

Bastante sorpresa causó en el mundo del fútbol que la sede del Mundial del año 2022 vaya a ser Qatar. Pero más chocante ha sido la noticia de que el torneo se disputará entre finales de otoño y principios de invierno. A lo largo de las últimas semanas han surgido las típicas polémicas y disputas en cuanto a un hecho de tal embergadura. Pero esto no es el meollo de la cuestión, sino un triste placebo para quitar peso a otras cosas.
Qatar continúa con su despilfarro urbanístico (thetechjournal.com)

Qatar, cuya forma de gobierno es una monarquía absolutista más conocida como emirato, registra un índice de corrupción menor que el de España y un PIB supuestamente más elevado que el suizo. Pero todo ello no deja de ser un oasis en el desierto. El pequeño país de Oriente Medio se establece como uno de los lugares donde se hace más plausible la diferencia entre la clase rica y la clase pobre, dejando muy poco margen a una clase media. 

El 85% de la población qatarí son extranjeros llegados de países más pobres del sur de Asia que trabajan en la constante reconstrucción de barrios y en las incansables obras faraónicas que Doha prepara de cara al Mundial. Las condiciones laborales no son justas puesto que se dan remuneraciones ínfimas o ni siquiera se dan. Un panorama de aparente riqueza en el que una pequeña parte acapara toda la riqueza mientras que hay otras personas que deben afrontar cada día de su vida con un dólar o incluso menos.

La realidad del pequeño país es diferente de la que aparenta (emol.com)
El Mundial le costará 65 mil millones de dólares a Qatar. Una fantasía. Pura vanidad habiendo un sesgo tan evidente y claramente definido entre un sector de la población y el otro. Este pequeño país comienza a erigirse como el antiguo Egipto, lugar al que llegaban esclavos de todas partes para construir sus enormes castillos triangulares de arena, las pirámides. Los rascacielos del emirato y los estadios que comenzarán a verse en un futuro más que próximo son una muestra de la existencia de un mundo que se mueve por el color del billete con el que se pague y por cualquier motor que mueva esos billetes (en este caso el fútbol), independientemente de la zona geográfica del planeta o de las diferencias de clases que puedan haber entre una misma sociedad. Verdaderamente, citando a Salomón, todo es vanidad de vanidades.

jueves, 16 de enero de 2014

Bulevar revolución

Los hechos ocurridos en Burgos a lo largo de esta semana representan una nueva chispa de luz a la que aferrarse. Un aire renovado de inconformismo y respuesta a la insaciable hegemonía que había tomado el gobierno en todos los frentes: el nacional, el autonómico y el local. Un sencillo vecindario ha logrado una de las pocas victorias que la ciudadanía puede contar en los últimos años. Y lo más curioso de todo es que no ha sido por una de las tantas "reformas" antisociales a las que el conjunto de la sociedad ha estado expuesto, sino por unas obras. 
Burgos está siendo ejemplo de resistencia (teinteresa.com)



El barrio de Gamonal, que se constituyó como municipio independiente de la ciudad hasta 1955, año en que fue absorbido por la capital, se ha negado a la construcción de un bulevar que eliminaría las posibilidades de aparcar gratuitamente y tendría un coste de unos trece millones de euros (incluyendo el nuevo párking). Los factores que más influyen en la queja respecto al proyecto son las 30.000 viviendas que conforman un barrio de tan densa circulación como es este, y los 18.000 parados que registra la ciudad. 

Lo que representa la paralización de este bulevar no sólo compete a Burgos, sino que es una evidencia de nivel nacional. Las obras como pretexto para estallar en la tan necesaria revolución. Es cierto que a los vecinos burgaleses les han intentado tocar sus hogares pero el pastel sigue a la guinda y, aunque esa guinda debería haber aparecido tiempo a, es importante, y era más necesario aún, ver como todavía queda resistencia en el ecosistema de la desolación económica.

No solo es una cuestión local, sino que afecta a todo (expansion.com)
Desde este punto no resulta muy difícil que se propague por el resto de los vecindarios del estado esa resistencia a las ególatras decisiones del poder. De hecho, el gobierno sopesa el significado de las consecuencias que pueden surgir de la paralización de la obra en Gamonal. Muestra de que verdaderamente la capacidad de cambio y decisión reside en nosotros, los ciudadanos de unas ciudades que han sido conquistadas por la corbata y el maletín.

Puede que para algunos los hechos de Burgos sean condenables. Francamente, no creo que se deban tener en cuenta las opiniones que se basan en nada o simplemente en puros prejuicios y estratagemas políticos. Incluso los medios se han comportado de una manera distante y poco favorable, centrándose únicamente en hablar de batallas campales o de guerrillas.  De lo que estoy convencido es del significado que tiene para muchos todo lo que está sucediendo. Es una de las pocas cartas que quedaban por jugar en cuanto a la resistencia y el reclamo para la recuperación de las libertades y los derechos sociales. El gobierno recula y es necesario aprovecharlo.


jueves, 9 de enero de 2014

Una época es lo que haría falta

Una vez más, por tópico o tradición, nos encontramos envueltos en esa espiral de nuevos propósitos para otro año, que con el paso de sus días acabaremos dando por perdidos u olvidando. Siempre he sentido cierta fascinación por la expresión que dice "no hay pared entre el día y la noche". Cuando era niño me costaba horrores entenderla, pero a medida que voy avanzando en los años me doy cuenta de que su lógica es verdaderamente aplastante. Y además puede relacionarse con otras medidas de tiempo, como por ejemplo, no hay pared entre semana y semana, entre mes y mes, entre año y año. 
Pese a las subidas de precios, los salarios mínimo seguirán igual (grupojoly.com)

Así lo demuestran estos primeros días de 2014. Sin rastro alguno del pasado año, todo sigue en la misma dirección. El gobierno cerró sus puertas con una ley del aborto completamente antidemocrática, y las ha abierto al nuevo año con la subida de la luz y el incremento del precio del transporte público, entre otras "sorpresas". El cambio de año no ha deja a ver un nuevo rumbo o propósito en la dirección de las riendas del estado, sino que es la enésima apuesta por unas políticas antisociales y dañinamente restrictivas

Además aparecen otros factores que no hacen más que ratificar la inmediata necesidad de un cambio, pero no de año, sino de época. Por ejemplo, la congelación de un salario mínimo que puede calificarse de indecente, ante unos precios que no hacen más que ir a la alza. O los nuevos episodios de la desfachatez que rezuma la Casa Real, incluida, claro está, la última imputación de la infanta por fraude fiscal.

Y en mitad de este lúgubre panorama todavía se atreven a alzarse las voces de la sonora e hipócrita exhortación, que llevan voceando a su antojo desde años a. Me refiero a ejemplos como el de Rafael Spottorno, jefe de la Casa Real, quien se atrevió a pedir que se archivase el caso Nóos por riesgo de martirio a la monarquía. O, también, el caso del alcalde de Barcelona, Xavier Trias, quien pasa la bomba a Madrid y se desentiende de la subida de uno de unos de los tickets de transporte público más utilizados por la ciudadanía como es la T-10.
La infanta vuelve a coronarse en la lista de casos de corrupción (vozpopuli.com)
Ejemplos y más ejemplos de que no existe pared entre año y año. De esto vamos, desgraciadamente, sobrados. Toda época histórica ha visto correr siglos y siglos de años en espera de cambios, pero estos no han llegado hasta que no se ha planteado seriamente cambiar drásticamente de época. Francamente, no creo que importe el nombre que le demos (medieval, moderna, contemporánea, etc.); lo que si veo cada vez más necesario, cada año que pasa más imprescindible, es el cambio de esta época que demasiado hemos aguantado. Una época construída con burbujas cuya espuma se han quedado las clases poderosas, mientras el resto de la ciudadanía iba mermando. Que alguien me corrija si me equivoco al decir que, a excepción de las condiciones salubres, cada vez nos asemejamos más a la época media, con sus reyes cebados, sus príncipes arrogantes y sus caudillos "todopoderosos". Quizá estemos ante el momento del tan necesario y anhelado despojo de estos viejos lastres que nos acompañan, año tras año.