jueves, 15 de mayo de 2014

La opinión y la irresponsabilidad de opinar

La manipulación a cargo de la prensa nacional ha quedado expuesta de manera explícita en los últimos días. Es cierto que se han vivido muchos y continuos episodios que han dado lugar a un juego de fuerzas ridículo y 'anti-informativo' entre los diferentes sesgos opinativos que existen entre la prensa. Aún así, creo que nunca debe dejar de sorprendernos el tratamiento que los medios hacen de los hechos. Concretamente, de aquellos hechos que explotan y utilizan más para crear focos de atención de la opinión pública que no son más que vapor, una falsa neblina de la realidad. 

Navarro ha querido politizar su agresión (cadenaser.com)
Hechos como el asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, o la agresión a Pere Navarro en Terrassa, están sirviendo a la prensa para especular de manera voraz y crear unos castillos en el aire que no sólo no existen, sino que únicamente sirven para contaminar las mentes de los lectores. En ambos casos, se trata de hechos que la propia clase política se ha encargado de dotar de connotaciones políticas que no se corresponden con la realidad. Navarro atribuyó la agresión a la 'tensión' que se está viviendo por la cuestión de la independencia en Cataluña, y la derecha ha relacionado el caso de Carrasco con un arrebato 'anti-político' basándose en ciertos comentarios publicados en twitter y otras redes sociales.

Los medios de comunicación han seguido este maquiavélico juego en el que interpretar es gratuito, no conlleva responsabilidad alguna. Por ejemplo El Mundo, que con su editorial de ayer vincula el asesinato de Carrasco con una sociedad opositora a la clase política. También el diario ABC se encarga de aportar su granito de arena al denunciar en su editorial de ayer la exposición a una ciudadanía furiosa por la situación económica, a la que se enfrentan los políticos, siendo acusado de culpables.

También ha habido otras perlas. Por ejemplo las radiofónicas que han dejado Carmén Tomás en el programa La Mañana, de COPE. Tomás se ha permitido la libertad de introducir en una misma bolsa los escraches, las movilizaciones de la PAH en las entidades bancarias, las agresiones a políticos y el asesinato de Carrasco. O también el periodista Ernesto Sáenz de Buruaga, en el mismo programa, que ha dedicado un largo espacio de tiempo a leer algunos 'twits' de aquellos bárbaros que se esconden tras la careta anónima que propician las redes sociales para celebrar el asesinato. Sáenz de Buruaga ha dado voz ante decenas de miles de personas a unos impresentables que a duras penas podrían haber superado el centenar de visitas. 
Los medios han manipulado el asesinato de Carrasco a su antojo (cuatro.com)

Una red de manipulación que sólo sirve para propagar ideas que disciernen absolutamente de la realidad, teniendo en cuenta que el asesinato de Carrasco se ha producido por una persona que en 2007 se había presentado a las elecciones municipales por el propio Partido Popular.Y teniendo en cuenta, también, que la supuesta agresión de Navarro es mucho más una cuestión de relación ciudadana y no política, puesto que el líder del PSC también se permitió el privilegio de ofender a la mujer que supuestamente le agredió. Dos casos que se producen por unas causas claras y cerradas, pero que la prensa se permite extrapolar al campo de la confrontación político-social y al presunto 'odio con el que los ciudadanos atacamos a nuestros políticos'. Lástima que este tipo de infracciones puramente ideológicas no estén penadas. Mañana las rotativas volverán a funcionar y los periódicos llegarán a los quioscos. Las radios sintonizarán y la tertulias televisivas se llenarán de más impresentables que no saben qué decir para ocultar si cinismo politizado.